¿Qué es la Transpiración Vegetal?
Se define la transpiración de las plantas, se enumeran y explican sus funciones, se muestra su importancia y utilidad y la forma de medirla. Se menciona el impacto de las ciudades sobre la regulación del clima efectuada por la transpiración y la forma de mitigar ese impacto.
La transpiración de las plantas es el paso del
agua del interior de la planta a la atmósfera, a través de los estomas, poros u
ostiolos microscópicos ubicados en el envés de las hojas.
Es propia de las plantas terrestres traqueófitas o superiores, que absorben agua a través de sus raíces y la conducen a través del xilema hasta el parénquima esponjoso de las hojas. Utilizan menos del 10 % y transpiran o expelen más del 90% hacia la atmósfera. Las plantas consumen y transpiran más agua que los animales.
Estas son algunas funciones del agua absorbida por las plantas:
1ª Llevar sales y bioelementos que la planta utiliza para su estructura y funcionamiento. Por ejemplo, el magnesio, que se encuentra disuelto en el agua en forma de sal, lo utilizan para formar la molécula central de la clorofila, la cual almacenan en los cloroplastos para capturar luz y romper las moléculas de agua, a lo que se llama fotólisis o hidrólisis.
2ª Proporcionar hidrógeno, el cual se agrega al CO2 para formar moléculas complejas ricas en energía como por ejemplo los carbohidratos. Los hidrógenos se desprenden del agua durante su fotólisis.
3ª Proporcionar oxígeno a la atmósfera a través de los estomas. Es el oxígeno que respiramos. También se desprende de la molécula del agua durante su fotólisis.
4ª Servir de reserva de la planta al almacenarse parcialmente en sus tejidos, principalmente en el hidrénquima.
5ª Dar turgencia a las células y mantener erguida a la planta, cuando se almacena parcialmente en ellas. La temperatura excesiva o la falta de agua, conduce a la plasmólisis celular observada como marchitez de la planta.
6ª Regular la temperatura del planeta. Cuando la planta transpira se lleva el calor de las hojas expuestas a la luz permanentemente para hacer fotosíntesis, lo que explica en parte por qué no se queman. De hecho, la transpiración mantiene a las hojas con temperaturas de por lo menos 10oC menor a la del aire circundante. El agua que sale de la planta a la atmósfera absorbe calor y contribuye a refrescar la atmósfera.
7ª Generar fuerza de succión de agua para que la planta la absorba aún en condiciones de escases en el suelo.
8ª Contribuir a la formación de las nubes, la regulación y la producción de lluvias.
La transpiración de una planta cultivada en una matera, maceta o bolsa con tierra se estima suspendiéndole el riego, sellando el suelo o sustrato y pesando la planta a intervalos de tiempo regulares. La planta va perdiendo peso a medida que consume y pierde el agua por transpiración, hasta llegar a un peso constante. El agua transpirada se calcula restando del peso inicial el peso final constante, durante el período de tiempo transcurrido. El agua transpirada queda estimada en gramos o mililitros transpirados por unidad de tiempo.
Se puede además estimar el área de las hojas para saber el agua transpirada por unidad de tiempo y área foliar. También se puede medir la temperatura y humedad del aire en cada pesada para relacionar los valores de transpiración con las variaciones de temperatura. Si no se sella el suelo, los valores obtenidos corresponderían a evapotranspiración, o pérdida de agua por evaporación del suelo y por transpiración, que es un parámetro útil para estimar las necesidades de agua de un cultivo. Por lo tanto, también es importante tener registros pluviométricos, de temperatura y humedad y reservas de agua suplementarias.
La transpiración de una planta desarrollada en un terreno, como por ejemplo un árbol, se estima tomando una hoja o una rama y pesándola in situ, a intervalos de tiempo hasta que el peso llegue a ser constante. En este caso la cicatriz del corte debe sellarse con vaselina, cera, goma, u otro, para que no haya pérdida de agua por la herida sino sólo por los estomas.
El agua transpirada por la hoja o por la rama también se obtiene restando del peso inicial, el peso constante final. Para estimar la transpiración del árbol se debe contar el número total de hojas o de ramas y multiplicar por los mililitros o gramos transpirados por la muestra. La transpiración de un cultivo se obtendría multiplicando la transpiración del árbol por el número de árboles cultivados y la información sería útil para conocer las necesidades de agua de la plantación.
Existen otros métodos para calcular la transpiración, la cual varía entre especies. Por ejemplo, las plantas de climas secos y áridos tienen muy pocas hojas o las tienen muy pequeñas o no las tienen (o tienen pocos estomas), por lo que transpiran muy poco, mientras las especies de climas húmedos y cálidos como el ecosistema amazónico, tienen abundante follaje, hojas grandes, numerosos estomas (unos 40.000/cm2), transpiran mucho y regulan el régimen hídrico.
Las ciudades contribuyen a calentar el planeta, entre otras razones porque arrasan la vegetación. Si sus casas y edificios tuvieran terrazas cultivadas y jardines verticales y los separadores de las calles abundante vegetación, se restauraría en gran parte la transpiración y el equilibrio ambiental.
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