Células y Tejidos Muertos

16.01.2018

Una célula muerta es la que ha perdido sus funciones reproductivas, su crecimiento y desarrollo y su capacidad metabólica. Se caracterizan por estar deshidratadas y sin organelos microscópicos o con restos de ellos, no funcionales.

Un tejido muerto es un conjunto de células que permanecen estrechamente unidas entre sí, formando una o más capas.

También son células y tejidos muertos, los inducidos de forma artificial por el hombre, como cuando se corta el papiro o las hojas del maguey, para deshidratarlas y utilizar sus fibras.

El primero en ver al microscopio células y tejido muerto fue Robert Hooke, en 1665, quien al dibujarlas y explicar sus características, vio semejanza de las células muertas que veía, con celdas o células. Es decir, que el nombre de célula proviene también de él, así como el invento de uno de los primeros microscopios. Robert observó corcho, un tipo de tejido muerto propio de especies arbóreas.

Las células y tejidos muertos tienen origen en células y tejidos vivos y son propios de organismos pluricelulares del reino vegetal y animal.

Pueden estar localizados, en los organismos, en su interior o exteriormente. Los que se ubican exteriormente son la epidermis muerta o corcho del tronco y de las raíces de las plantas y la epidermis de la piel de los animales.

Los de ubicación intermedia e interna, son el xilema o madera, el esclerénquima, el súber, el felema y algunos endoesqueletos animales cuyas células se han calcificado y petrificado.

Uñas, pelo, córneas, cuernos, cascos, pezuñas y similares, no son células ni tejidos muertos. Son sustancias excretadas o secretadas por células vivas.

Células y tejidos muertos permanecen por un tiempo en los organismos que los producen y cumplen varias funciones tales como las siguientes:

  • Resistencia mecánica, contra viento y tormentas, como la madera de los árboles.
  • Resistencia mecánica elástica, como la de las células del esclerénquima, muertas al madurar.
  • Regulación térmica, impedir deshidratación, amortiguar daños mecánicos y físicos, controlar xilófagos, efectuar intercambio gaseoso y transpiración, cicatrizar, etc. como lo hace el súber, felema, corcho o cáscara. Esta resina es una respuesta de cicatrización ante una herida.
  • Soporte y sustrato parcial a epífitas y por lo tanto incremento de la biodiversidad general
  • Defensa contra herbívoros.
  • Protección contra los rayos UV, como lo hacen las células muertas y vivas de la piel.
  • Regulación fisiológica, absorción y retención parcial de hormonas que provienen de la actividad de células o glándulas vivas del interior del organismo.
  • Aporte de material para nuevas células vivas. Hay células que viven cortos períodos de tiempo, como los glóbulos rojos o los espermatozoides. Al morir, se descomponen en moléculas vitales que el organismo reabsorbe con diferentes funciones, tanto estructurales como fisiológicas.

Es evidente la utilidad de células y tejidos muertos en artesanías, cultivo de orquídeas, los numerosos usos de la madera, incluyendo su uso como combustible, productos de corcho, etc.

La celulosa o fibra, que es el biopolímero que forma la pared y estructura de las células vegetales, es prácticamente el único material de células y tejidos muertos, muy utilizada industrialmente en la fabricación de películas para cámaras fotográficas y cine no digitales y la fabricación de diferentes tipos de papel y cartón, entre otros usos.

La celulosa, sin ser digerible, es indispensable en la dieta alimenticia para mantener buena salud.

El esclerénquima, que son células internas, muertas al madurar, alargadas, de pared gruesa de lignina, forma fibras de gran resistencia para fabricar, entre otras cosas hilos como el lino y el cáñamo.

Finalmente hay que decir que toda clase de célula y tejido, cuando los individuos cumplen su ciclo, se muere y su descomposición libera los bioelementos de los que estamos hechos, para que nuevos organismos los tomen y continúen los ciclos. Es lo que llamamos materia orgánica, la cual compostada, sirve de abono orgánico.

En resumen, plantas y animales, tienen cerca de una decena de clases de células y tejidos muertos con múltiples funciones vitales relacionadas con la resistencia, la regulación de factores ambientales, el reciclaje de bioelementos, etc.


LUIS FRANCISCO MORENO
Biólogo, M.Sc. Biología, UNAL Colombia


PALABRAS CLAVES

Células muertas, tejidos muertos, origen de células y tejidos muertos, utilidad de células y tejidos muertos, esclerénquima, celulosa, corcho, madera, xilófagos, peridermis, súber, felema, esclerénquima, xilema, peridermis, epidermis, célula, Robert Hooke, regulación ambiental.